ARTICULO ESCRITO POR NUESTRO COMPAÑERO FRANCISCO JOSE SORIANO TEJEIRÓ:
Un año más, la cita regional de nuestra asociación en Andalucía ha
mantenido el listón a la altura a la que nos tiene acostumbrados. Esta
año quizá aún más por celebrarse en el pueblo qué más ha trabajado por
la difusión de las artes marciales chinas en Andalucía. Hemos
presenciado un gran espectáculo de exhibiciones, muy buenos trabajos de estilo y con una brillante participación de todos los clubes que acudieron al evento.
La labor desinteresada de más de 30 personas que participan en la
organización por verdadero amor al arte y una conciencia colectiva de
organización que mejora año tras año, permitiendo que se administren en
apenas una mañana cientos de pruebas individuales y grupales, dan una
muestra inequívoca de lo que significa todo esto.El Wu Shu o Kung Fu en
España ha sido muy mal gestionado hasta ahora. Por una parte, las
federaciones japonesas han luchado por hacerse con el volumen de
licencias que supone nuestro colectivo sin corresponder, en su justa
proporción, con el apoyo necesario para la creación de una organización
nacional exclusiva de artes marciales chinas. Los intereses federativos
no fluctúan en la dirección de los intereses de los artistas marciales
que no aspiran a ser políticos deportivos de primer orden o deportistas
de élite subvencionados con una edad útil no superior a los 30 años. El
Kung Fu es una práctica para toda la vida.
Los egos de algunos
personajes que han querido representar dictatorialmente al colectivo,
creando organizaciones unipersonales basadas en la venta de titulaciones
sin más utilidad que el enriquecimiento personal de sus promotores,
tampoco han ayudado a que podamos disfrutar en nuestro país hasta ahora
de una organización seria y dedicada a la difusión, enseñanza y
mantenimiento de esta herencia cultural.
Unionwushu representa el
otro lado de la moneda. Una unión de clubes de artes marciales chinas
trabajando al unísono, de forma organizada, cooperativa, representativa,
desde el corazón y el coraje de lo que esto supone en España, para que
nuestros alumnos y afines dispongan de una estructura que les permita
desarrollar sus estilos en un ámbito seguro, de promoción y difusión,
justo y respetuoso con la gran variedad de estilos cobijados bajo la
denominación de Kung Fu o Wu Shu. Recordemos que estos nombres no son
marcas, son definiciones utilizadas en china para referirse a lo que
hacemos en nuestras escuelas cada día.
En Andalucía se sentaron hace
ya tiempo las bases de esta idea, se juzgaron necesarias las acciones
de promover un ámbito que nos permitiera existir al margen de la locura
federo/deportiva en la que se está convirtiendo esta cultura marcial
relegada, por desgracia, a una élite de profesionales en muchos otros
países.
El Kung Fu no es un producto, no es una gimnasia deportiva
exclusiva para atletas de alta competición, no es un reflejo de lo que
aparece en las películas. El Kung Fu es una visión de la vida y del
conflicto en un marco de propuestas para poder navegar por ella en paz y
con autocontrol, con justicia y con valores humanos por encima de los
valores económicos o de poder. Todo esto no puede «enmarcarse», no puede
señalarse como un anacronismo generalizado porque es mucho más que todo
eso.
Las artes marciales chinas tradicionales son una propuesta de
convivencia, de respeto ante el conocimiento de la vida de los más
mayores, de comprensión de la justicia de no valorar a las personas por
lo que tienen ni por lo que nos pueden aportar, tan sólo respetar la
vida por la vida, la amistad por la amistad, la pasión por la pasión…
Esto en realidad son las artes marciales, una pasión compartida que
puede aportar mucho a nuestro sentido vital felíz. Un ejercicio del
cuerpo, la mente y el espíritu unificados en un mensaje trascendente en
el tiempo y en las culturas. Una prueba inequívoca de que la seguridad
ante la vida nace en primer lugar de la seguridad en uno mismo. Esto es
lo que desde Unionwushu se pretende fomentar.
En estos campeonatos
vemos a niños y niñas con 5 y 6 años ponerse en solitario frente a mil
espectadores y desarrollar su forma sin titubeos, sin nervios, con
seguridad, mostrando el resultado de su trabajo día a día en la escuela.
En esta prueba podemos ver con claridad como nuestros infantes
asumen la responsabilidad de su victoria o su virtual derrota. Podemos
ver cómo se animan unos a otros y cómo se sienten parte de un todo común
que les apasiona y les divierte. Quizá por esto en China se entienden
las artes marciales como una gran familia que constituye un núcleo moral
sólido, como sociedad y como cultura. Somos muchos, cada año más y con
las energías de participación y trabajo cada vez más renovadas. La
madurez de nuestro colectivo comienza ya a dar sus frutos viendo el
trabajo que estos alumnos desarrollan en un entorno competitivo sano y
participativo, de gran calidad técnica y con una organización de
desarrollo que muchos «deportes» desearían tener.
Desde nuestro club
queremos agradecer al Ayuntamiento de Fernán Núñez su apoyo
incondicional a todo lo que hemos relatado, a los clubes de Córdoba que
son un ejemplo de unidad y de colaboración en el ámbito de nuestras
disciplinas, a los clubes de Andalucía que luchan día a día, pese a las
crisis que estamos sufriendo, por mantener a flote nuestra herencia
cultural. A Unionwushu en su conjunto por ser el único referente que
presenta todas estas características sin personajes que pretendan ser
más que nadie, sin más objetivos que los comunes y con una entrega
absoluta para que cada año, cada vez más, estos eventos aporten un poco
más de felicidad e ilusión a todos los que practicamos el Kung Fu y a la
gran familia que rodea a todo esto. Este es el eco más importante que
queremos mantener, el espíritu de gratitud por todo lo que recibimos día
a día de este maravilloso arte.
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